Cuando uno piensa en renovar o instalar una cocina moderna y elegante, el elegir un meson cuarzo blanco se vuelve una opción sumamente atractiva por varias razones. Desde mi experiencia, siempre he valorado los diferentes acabados, ya que tienen un gran impacto en la apariencia final y en la funcionalidad del espacio.
El acabado pulido es uno de los más populares. Hablamos de una superficie brillante que refleja la luz, dando una sensación de amplitud y limpieza. Este acabado resalta la pureza del color blanco del cuarzo y facilita la limpieza diaria. No es de extrañar que muchas cocinas de revistas utilicen este estilo para mostrar un ambiente casi perfecto. En término de costos, el acabado pulido generalmente no sube el costo final del mesón de manera significativa, tal vez un 10% adicional dependiendo del proveedor.
Otro acabado que ha ganado popularidad es el mate o satinado. Este es para aquellos que prefieren un look más discreto pero igualmente elegante. La superficie mate no refleja tanta luz como la pulida, lo cual puede ser ideal en ambientes con mucha luz natural, evitando reflejos incómodos. Personalmente, he visto como este acabado se mantiene impecable incluso en hogares con niños pequeños, donde las huellas dactilares suelen ser un problema constante. A diferencia del pulido, el mate puede ser ligeramente más caro debido al proceso adicional de lijado que requiere.
El acabado texturizado es también una opción para quienes buscan algo diferente. No es tan común como los otros, pero ofrece una sensación única al tacto y una estética distintiva. Algunos lo comparan con tener una pieza de arte en la cocina. Aunque puede ser más difícil de limpiar en comparación con un acabado pulido, su capacidad para ocultar imperfecciones y marcas es notable. Este tipo de acabado es ideal para quienes están dispuestos a investir un poco más en términos de precio, ya que puede costar hasta un 20% más que un acabado estándar.
He conocido a personas que se inclinan por un acabado envejecido, que añade un carácter único al espacio. Este acabado es menos frecuente en mesones de cuarzo porque el efecto envejecido se ve más naturalmente en piedras como el mármol. Sin embargo, para aquellos valientes que desean incorporar esta textura con un material moderno como el cuarzo, el efecto final es sorprendente. No obstante, hay que tener en cuenta que este acabado puede tener un impacto en el presupuesto ya que requiere un proceso especial que involucra químicos y abrasivos para lograr el efecto deseado.
A lo largo de los años, me he dado cuenta de que la elección del acabado no solo depende de la estética, sino también del estilo de vida de quienes usan la cocina. Por ejemplo, un buen amigo mío tuvo que cambiar de un acabado texturizado a uno pulido en su mesón de cuarzo blanco después de darse cuenta de que se adaptaba mejor a su rutina de cocina diaria. Así que, la clave aquí es realmente saber qué se adapta mejor a tus necesidades y preferencias.
Por supuesto, cada uno de estos estilos tiene su lugar en el mercado dependiendo de múltiples factores tales como el diseño del hogar, el uso diario y el mantenimiento que estés dispuesto a realizar. ¿Vale la pena invertir en un acabado diferente para tu mesón de cuarzo blanco para lograr ese look deseado? Definitivamente sí, si consideras todos estos aspectos antes de tomar tu decisión.