Cuando se trata de reparar granito, uno de los materiales más duraderos que existen, hay varias consideraciones a tener en cuenta, especialmente si la superficie está húmeda. El granito es un material que resiste daños y tiende a tener una larga vida útil, generalmente de más de 100 años, al menos en condiciones óptimas. Sin embargo, incluso el granito puede sufrir daños, como grietas o manchas. Según los expertos, antes de abordar cualquier reparación, es vital asegurarse de que la superficie esté completamente seca. La humedad residual puede comprometer la reparación, afectando la adherencia de los materiales usados, como las resinas epóxicas.
Desde mi experiencia, las superficies húmedas pueden complicar el proceso de reparación debido a la presencia de agua que puede quedar atrapada en las grietas. En estos casos, se recomienda secar la superficie con aire caliente, manteniendo al menos una temperatura de 30 grados Celsius durante varias horas. El granito, dado su tipo de composición mineral, puede absorber agua, lo que puede convertirse en un problema al intentar aplicar una solución de reparar granito. La humedad puede dilatar el granito, haciendo que las grietas parezcan aún más grandes de lo que realmente son.
Conozco casos donde intentaron reparar encimeras de granito en cocinas comerciales sin esperar a que secaran adecuadamente, y el resultado fue que la resina se despegó en menos de una semana. En estos entornos comerciales, donde se manipulan grandes cantidades de alimentos, la reparación efectiva y duradera es crucial. Es importante seguir los pasos adecuados y, si es necesario, utilizar equipos de secado especializados para garantizar que el granito esté listo para la reparación.
He leído informes de la industria que señalan que incluso con la mejor resina epóxica, que puede tener un costo de 50 a 100 euros por litro, no se conseguirá una unión efectiva si hay agua involucrada. Algunos productos del mercado prometen una solución rápida, pero rara vez cumplen estas expectativas en estos escenarios. Así que mi consejo, basado en estos casos y mi propia experiencia, es siempre preparar cuidadosamente la superficie antes de intentar cualquier técnica de reparación.